El Congreso de Nuevo León ha tomado una postura firme al exigir al gobernador Samuel García el envío del Presupuesto de Egresos para el año 2025, estableciendo como fecha límite el 20 de noviembre. Este llamado unánime se basa en el artículo 125 de la Constitución del estado, que estipula que el presupuesto debe ser presentado dentro de un plazo específico cada año. La falta de un presupuesto aprobado en los últimos dos años ha generado consecuencias serias para la administración estatal, afectando la ejecución de proyectos y programas esenciales que son vitales para el desarrollo del estado.
Los diputados han señalado que la ausencia de este documento no solo ha provocado una crisis institucional, sino también una crisis económica que pone en riesgo inversiones críticas en infraestructura. Sin un presupuesto adecuado y a tiempo, la continuidad de los servicios públicos se ve amenazada, creando un ambiente de incertidumbre tanto para los ciudadanos como para los inversionistas.
Urgencia en la presentación del presupuesto
La exigencia del Congreso se intensifica en un contexto de tensiones políticas, especialmente tras la reciente ausencia del gobernador en su tercer informe de gobierno. Esta situación ha alimentado las críticas hacia García, particularmente en relación con su distanciamiento del Legislativo y los conflictos recientes que han marcado su gestión. Los legisladores consideran que es imperativo que el gobernador cumpla con sus responsabilidades constitucionales para garantizar un funcionamiento adecuado del gobierno.
El diputado Mauro Guerra Villarreal, del Partido Acción Nacional (PAN), ha enfatizado la necesidad de tener un presupuesto aprobado que permita establecer un plan claro para el ejercicio del próximo año. La falta de un presupuesto no solo limita la capacidad del gobierno para implementar políticas públicas, sino que también afecta a los ciudadanos que dependen de los servicios y programas gubernamentales.
Impacto de la falta de presupuesto
La falta de un presupuesto aprobado en años anteriores ha resultado en un estancamiento de proyectos fundamentales que benefician a la población. La infraestructura, la seguridad pública, y los servicios básicos se encuentran en un estado crítico debido a la falta de recursos asignados. Sin un plan financiero claro, el desarrollo económico de Nuevo León se ve comprometido, lo que a su vez podría impactar la calidad de vida de sus habitantes.
Los diputados han advertido que si no se recibe el Presupuesto de Egresos 2025 en el plazo estipulado, las inversiones en áreas esenciales como educación, salud y seguridad podrían verse gravemente afectadas. Esta situación es particularmente preocupante en un momento en que las necesidades de la población son más acuciantes que nunca, y la administración estatal necesita responder de manera efectiva a estas demandas.
Llamado a la unidad y colaboración
Ante esta crisis, el Congreso de Nuevo León también hace un llamado a la unidad y colaboración entre el ejecutivo y el legislativo. La aprobación del presupuesto no debe ser un asunto de confrontación política, sino una responsabilidad compartida que requiere el esfuerzo conjunto de todas las partes involucradas. La capacidad del gobierno para funcionar eficazmente depende de la cooperación entre los diferentes niveles de administración pública.
Los legisladores han reiterado que el bienestar de los ciudadanos debe ser la prioridad máxima, y para lograrlo es fundamental que el gobernador envíe el presupuesto a tiempo. Esto permitirá a los legisladores discutir y aprobar el presupuesto, asegurando que los recursos se distribuyan de manera equitativa y se destinen a los sectores que más lo necesitan.
La situación actual plantea un desafío considerable para el gobierno de Nuevo León. La presión del Congreso para recibir el presupuesto es una oportunidad para que la administración de García demuestre su compromiso con la gobernanza efectiva y la rendición de cuentas. La presentación del presupuesto es no solo un requisito legal, sino también un indicador de la capacidad del gobierno para planificar y ejecutar acciones que beneficien a la población.
Conclusión
La exigencia del Congreso de Nuevo León al gobernador Samuel García para que envíe el Presupuesto de Egresos 2025 antes del 20 de noviembre es un claro reflejo de la urgencia que enfrenta el estado. La falta de un presupuesto aprobado ha provocado crisis económicas y sociales que amenazan el bienestar de los ciudadanos y el desarrollo del estado.
A medida que se acerca la fecha límite, es crucial que todos los actores involucrados trabajen juntos para garantizar que el presupuesto sea presentado, discutido y aprobado en tiempo y forma. La colaboración entre el ejecutivo y el legislativo es esencial para asegurar que Nuevo León pueda continuar avanzando en sus objetivos de desarrollo y bienestar social.
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