La prometida Línea 5 del Metro, pensada para mejorar la movilidad en el sur de Monterrey, ha sido descartada. Hernán Villarreal, Secretario de Movilidad estatal, anunció esta decisión en una reunión privada con vecinos de la zona, en la que se explicó que la falta de recursos obligó a cancelar el proyecto. Aunque el Metro en Garza Sada prometía mejorar el flujo de transporte, la escasez de fondos y el rechazo vecinal han puesto un alto definitivo a la construcción de esta línea.
Echan para atrás proyecto de L5 del Metro en Garza Sada
Entre los elementos que destacan para haber tomado esta decisión, el principal es la falta de dinero para completar las obras del metro de la línea 4 y 6 y, por tanto, mucho menos es posible iniciar una nueva. Además, los vecinos de la zona se opusieron rotundamente al proyecto,
Adjudican la decisión a la falta de recursos
En un contexto de limitaciones presupuestarias, la Secretaría de Movilidad estatal ha tomado la determinación de detener el desarrollo de la Línea 5 del Metro en Garza Sada. Hernán Villarreal, titular de la Secretaría, mencionó que aunque la obra fue inicialmente planteada como una solución de movilidad en el sur de la ciudad, las condiciones actuales no permiten llevarla a cabo. La falta de presupuesto, especialmente para 2024, fue el principal obstáculo, de acuerdo con el funcionario, quien enfatizó que, sin financiamiento suficiente, la construcción no puede avanzar ni en modalidad elevada, subterránea o a nivel.
La cancelación se produce en un contexto en el que las autoridades buscan optimizar los recursos asignados al desarrollo de infraestructura de transporte. Aunque se propusieron varias opciones para reducir los costos del proyecto, la falta de flujo de recursos, sumada a la reciente decisión de posponer o cancelar inversiones no prioritarias, dejó pocas alternativas para el avance de esta línea.
Vecinos se oponían al proyecto de movilidad
Además de los problemas financieros, la decisión de detener la Línea 5 responde a las objeciones de los vecinos del sur de Monterrey. Desde su anuncio, los habitantes de la zona manifestaron su rechazo al proyecto, argumentando que su construcción provocaría alteraciones en la calidad de vida y en el valor de sus propiedades. El posible aumento en los niveles de ruido y congestión, así como la transformación del entorno urbano, fueron puntos de desacuerdo con la obra.
Los residentes expresaron su preocupación por los posibles efectos de la construcción de la línea en Garza Sada y argumentaron que la obra traería consecuencias negativas para el acceso a sus hogares y negocios. Este contexto de oposición social, junto con la limitación de fondos, influyó en la decisión de descartar el proyecto en esta zona de Monterrey.
Evaluarán alternativas, una de ellas camiones eléctricos
Con la cancelación de la Línea 5, la Secretaría de Movilidad dijo que buscaría alternativas para mejorar la movilidad en el sur de Monterrey. Entre las propuestas presentadas, se contempla la implementación de camiones eléctricos. Sin embargo, esta opción también plantea sus propios retos. Las recientes compras de unidades de camiones eléctricos en otros proyectos de movilidad han derivado en prácticas de “yokeo,” o almacenamiento inactivo, debido a la falta de planificación a largo plazo para su mantenimiento y operación.
La falta de previsión en costos, disponibilidad de piezas y acceso a reparaciones para los camiones eléctricos ha resultado en dificultades para mantener estas unidades en funcionamiento. Este problema pone en duda la viabilidad de una red de transporte eléctrico en el sur de Monterrey sin una infraestructura de soporte adecuada. La experiencia reciente con camiones “verdes” plantea la pregunta de si la Secretaría de Movilidad ha considerado todos los factores necesarios para que esta alternativa realmente resuelva los problemas de movilidad en el área.
La evaluación de alternativas seguirá en curso, con la meta de implementar soluciones sostenibles y efectivas. Sin embargo, el caso de los camiones eléctricos refleja una falta de previsión, que pone en duda si el proyecto podrá cumplir con las expectativas de la ciudadanía.
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