El gobernador de Nuevo León, Samuel García, continúa sin publicar la actualización de los valores catastrales de Monterrey, a pesar de que el Congreso local ya aprobó el decreto correspondiente. Mientras tanto, otros municipios del estado han visto avanzar sus actualizaciones, dejando a la capital regia en un estado de incertidumbre financiera que afecta directamente a su capacidad operativa.
Monterrey, un municipio clave para la economía y el desarrollo del estado, requiere recursos suficientes para atender las necesidades de su población en constante crecimiento. La falta de actualización catastral impide que el gobierno local recaude los ingresos necesarios para financiar programas sociales, mejorar la infraestructura y garantizar servicios de calidad.
¿Es un bloqueo del Gobernador con tintes personales?
Fuentes cercanas al ámbito político señalan que esta omisión podría estar relacionada con un conflicto personal del gobernador hacia el alcalde Adrián de la Garza. Samuel García no ha aceptado públicamente la derrota de su esposa, Mariana Rodríguez, en las elecciones municipales, lo que ha generado especulaciones de que su actitud responde más a un ajuste de cuentas político que a un interés por el bienestar ciudadano.
Impacto en un municipio en constante crecimiento
Monterrey es un municipio en constante cambio, con una población creciente y demandas urbanas cada vez más complejas. La actualización catastral es fundamental para que la ciudad pueda generar ingresos que se traduzcan en mejoras de infraestructura, movilidad urbana, seguridad pública y servicios sociales.
Con este retraso, proyectos esenciales como la rehabilitación de parques, modernización del transporte público y programas de apoyo para sectores vulnerables se encuentran en riesgo de no avanzar. Además, el bloqueo financiero podría desalentar a posibles inversores en un municipio que históricamente ha sido atractivo por su desarrollo económico.
Ciudadanía afectada por decisiones políticas
El panorama no solo afecta las operaciones municipales, sino que también genera frustración en la ciudadanía.
La falta de recursos también repercute en los servicios básicos como la recolección de basura, mantenimiento de calles y atención a emergencias, lo que deja a los regiomontanos en una situación de desamparo frente a la omisión del gobierno estatal.
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