El pasado domingo 28 de abril de 2024, México vivió su jornada más violenta del año, registrando un total de 103 asesinatos, según informes del Gabinete de Seguridad y las fiscalías locales. Este día marcó un nuevo pico en una tendencia creciente de violencia que ensombrece al país, promediando en el mes de abril 78.1 homicidios dolosos diarios.
Los hechos violentos se distribuyeron principalmente en los estados de Guanajuato, Puebla y Morelos, siendo estos los más afectados con 14, 11 y 9 homicidios respectivamente. En incidentes destacados, en Celaya, Guanajuato, fue asesinado un agente municipal, mientras que en Puebla, cuatro policías perdieron la vida en actos delictivos. Otras regiones también reportaron cifras alarmantes, como Zacatecas y Baja California con siete homicidios cada uno, y Veracruz con seis.
Violencia Aumenta en México a lo Largo del Año
Este incremento en las cifras de violencia se ha mantenido a lo largo del año, con meses anteriores también mostrando un aumento considerable en la tasa de homicidios. En comparación con el inicio del año, enero tuvo un promedio de 68.6 casos diarios, febrero 72.2 y marzo 70.7. La persistencia de estos números elevados refleja una crisis de seguridad que no parece tener fin.
Además, el análisis de las tasas de homicidio por cada 100 mil habitantes coloca a estados como Colima y Morelos en la cima de la lista con 21.77 y 20.45 respectivamente, seguidos por Baja California, Chihuahua, Sonora, Guanajuato y Guerrero, todos superando el umbral de 11 casos.
Este panorama sombrío ha generado críticas severas hacia la actual administración de Morena, con acusaciones de una gestión ineficaz en materia de seguridad pública. Muchos se preguntan cómo el partido en el poder puede declarar que ha conducido bien al país cuando los indicadores de violencia sólo han empeorado durante su mandato.
Ciudadanía Exige Medidas Reales
Con estos datos, la comunidad y los expertos en seguridad exigen acciones concretas y un cambio radical en las estrategias de combate al crimen, que hasta ahora parecen ser insuficientes. El clamor popular es un reflejo del miedo y la frustración de los ciudadanos, quienes día con día enfrentan la incertidumbre de una violencia que no discrimina y que parece escalar sin límites claros.
En resumen, la situación de seguridad en México está en un punto crítico, y con cada día que pasa sin soluciones efectivas, la esperanza de una vida tranquila se desvanece para muchos mexicanos. La exigencia de un cambio es imperativa, no sólo para mejorar las cifras, sino para devolver la paz a las calles del país.
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