Mariana Rodríguez Cantú, ex candidata de Movimiento Ciudadano a la Alcaldía de Monterrey, perdió las elecciones por un margen de más de 40 mil votos. A pesar de la abrumadora diferencia, no se detuvo y acudió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (#Trife) para intentar anular los resultados legítimos.
Descarada Búsqueda de Fuero
Acompañada por un equipo de abogados, cuya financiación es desconocida, Rodríguez pasó horas suplicando a los magistrados. El objetivo evidente es asegurar su fuero y continuar la farsa política que ha desgastado a los regiomontanos.
Rodríguez argumenta que fue víctima de intimidación por parte de elementos de la Fiscalía del Estado, incluyendo acusaciones de que policías ministeriales quemaron autos de colaboradores de su partido. Sin embargo, estas afirmaciones no han detenido el proceso democrático ni cambiado la realidad de su derrota electoral.
Audiencias Privadas y Apoyos Políticos
Durante las audiencias privadas en el Trife, Rodríguez sostuvo reuniones con varios magistrados. Al finalizar, se reunió con el Gobernador Samuel García y líderes de Movimiento Ciudadano en lo que fue el cuartel de campaña del candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez.
Los Regiomontanos Están Cansados
La ciudadanía de Nuevo León está harta del circo político y de las maniobras desesperadas de Rodríguez y su esposo, el Gobernador Samuel García, alias #SamuelFacturero. Con la mitad del estado sin agua y múltiples acusaciones de corrupción, los regiomontanos exigen un cambio y transparencia en el gobierno.
El Futuro de la Falsa Impugnación de Mariana
Los cinco juicios de inconformidad presentados a nivel local aún están en análisis en el Tribunal Estatal Electoral (TEE). Se espera que el fallo final, que podría llegar hasta septiembre, confirme la derrota de Rodríguez y ponga fin a sus intentos de anular la voluntad del pueblo.
Este episodio subraya la necesidad de transparencia y responsabilidad en el proceso electoral. Los intentos de Rodríguez por aferrarse al poder solo han incrementado el descontento y la desconfianza en el sistema político. Los regiomontanos merecen un liderazgo que trabaje por el bienestar de todos, no por intereses personales y políticos.
