En el mundo digital, las relaciones y las citas han adoptado nuevas formas y comportamientos que, para bien o para mal, afectan a quienes buscan conexiones significativas. Uno de los términos más recientes que ha surgido en este ámbito es “cloaking”, un comportamiento que va más allá del ya conocido “ghosting” y que ha comenzado a ganar notoriedad por su impacto emocional en las personas que lo experimentan. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el cloaking, por qué se considera peor que el ghosting, y cómo afecta a las personas en el entorno de las citas virtuales.
Qué es el cloaking y cómo se manifiesta
El término “cloaking” proviene del inglés “cloak”, que significa capa o manto, y describe una situación en la que una persona no solo desaparece de la vida de otra sin explicación alguna, como en el ghosting, sino que además bloquea todo medio de contacto, volviéndose prácticamente invisible. En pocas palabras, el cloaking es cuando alguien con quien se tenía una interacción frecuente y cercana, generalmente en el contexto de una cita o relación incipiente, no solo deja de responder mensajes, sino que también elimina a la otra persona de todas las plataformas de redes sociales, aplicaciones de citas y otros medios de comunicación digital.
Esta práctica, que puede ser devastadora para la persona que la sufre, implica una ruptura abrupta e inesperada que deja al otro individuo sin ninguna posibilidad de contacto o de obtener una explicación. A diferencia del ghosting, donde aún existe la posibilidad de que la otra persona eventualmente responda o que su perfil permanezca visible, el cloaking cierra todas las puertas, dejando a la víctima en un estado de desconcierto total. Este acto es visto como una forma extrema de evitar confrontaciones o responsabilidades emocionales, lo que lo convierte en un comportamiento particularmente doloroso.
El cloaking suele manifestarse después de una serie de interacciones que, en apariencia, van bien. La persona que lo sufre puede haber tenido conversaciones agradables, incluso haber planeado una cita, y de repente se encuentra bloqueada en todas las plataformas. Esta desaparición sin dejar rastro y sin posibilidad de explicaciones es lo que diferencia al cloaking de otras formas de evasión en el mundo de las citas.
Por qué el cloaking es más doloroso que el ghosting
El impacto emocional del cloaking es profundo y duradero. Una de las razones por las que se considera peor que el ghosting es porque deja a la persona afectada sin ninguna forma de obtener un cierre emocional. Mientras que en el ghosting la persona aún puede tener acceso al perfil de quien la dejó de contactar, en el cloaking, todas las vías de comunicación están cerradas. Esto no solo aumenta el sentimiento de rechazo, sino que también incrementa la incertidumbre y la confusión, ya que no hay ninguna pista sobre qué pudo haber salido mal.
Además, el cloaking intensifica la sensación de vulnerabilidad y traición. La persona que lo sufre puede sentir que su privacidad ha sido violada, ya que el acto de bloquear en todas las plataformas implica un nivel de rechazo que va más allá de lo esperado en una interacción normal. El afectado puede experimentar una pérdida de confianza no solo en esa persona, sino en las relaciones en general, temiendo que este tipo de comportamiento se repita en futuras interacciones.
Otro aspecto que hace al cloaking especialmente doloroso es la naturaleza premeditada del acto. A diferencia del ghosting, que puede ocurrir de manera gradual o incluso por una simple falta de interés, el cloaking requiere que la persona tome medidas activas para eliminar cualquier rastro de contacto, lo que sugiere una intención deliberada de cortar la comunicación de manera definitiva y sin posibilidad de reconciliación. Este comportamiento, que podría parecer una solución rápida y sin complicaciones para quien lo realiza, deja una cicatriz emocional profunda en quien lo experimenta.
La brutalidad del cloaking radica en que la persona afectada es dejada en un vacío absoluto, sin respuestas, sin un cierre, y sin la posibilidad de seguir adelante con claridad. La falta de explicaciones puede llevar a que la persona se cuestione a sí misma, su valor y sus decisiones, lo que puede desencadenar un ciclo de auto-recriminación y dudas que afecta su autoestima y bienestar emocional.
El impacto del cloaking en las relaciones modernas
En la era digital, donde las conexiones humanas se han vuelto más complejas y, a menudo, más superficiales, el cloaking es un síntoma de cómo la tecnología ha cambiado la forma en que las personas se relacionan entre sí. Las aplicaciones de citas y las redes sociales, que deberían facilitar la conexión y el entendimiento entre las personas, también han creado un entorno donde es más fácil que nunca evadir responsabilidades emocionales y desaparecer sin dejar rastro.
El cloaking, al igual que el ghosting, es un reflejo de la cultura de la inmediatez y de la falta de compromiso que puede caracterizar a las interacciones digitales. En un mundo donde la gratificación instantánea es la norma, las personas pueden sentir que no tienen que enfrentarse a las consecuencias de sus acciones, ya que es fácil desconectarse y seguir adelante sin mirar atrás. Sin embargo, este tipo de comportamientos tiene un costo emocional elevado, tanto para quienes lo sufren como para la sociedad en general.
Las relaciones interpersonales requieren comunicación, empatía y respeto mutuo, y el cloaking va en contra de estos principios fundamentales. La falta de consideración por los sentimientos de la otra persona y la decisión de cortar toda comunicación sin explicación reflejan una falta de madurez emocional y una incapacidad para manejar conflictos de manera saludable. Este tipo de actitudes no solo dañan a las personas en un nivel individual, sino que también contribuyen a una cultura de deshumanización y desapego emocional que puede tener consecuencias a largo plazo.
Para quienes experimentan cloaking, el desafío es aprender a lidiar con la situación de manera que minimice el daño emocional. Esto puede implicar buscar apoyo en amigos, familiares o incluso en terapia, para procesar el dolor y la confusión que surgen de esta experiencia. Es importante recordar que el cloaking dice más sobre la persona que lo realiza que sobre quien lo sufre, y que la falta de cierre o de explicaciones no define el valor ni la dignidad de la persona afectada.
En última instancia, el cloaking es un recordatorio de la importancia de la comunicación clara y honesta en todas las relaciones, ya sean casuales o serias. Aunque puede ser tentador evitar conversaciones difíciles o incómodas, el respeto por los sentimientos de los demás y la disposición a enfrentar los conflictos de manera directa son esenciales para construir relaciones saludables y significativas.
