En un contexto de creciente violencia en Nuevo León, el Gobierno Estatal enfrenta serias críticas por no cumplir con las metas de reclutamiento de policías para Fuerza Civil. Durante los primeros tres años de gestión del Gobernador Samuel García, la administración ha logrado un incremento marginal de solo 103 elementos, quedándose muy lejos de la meta de mil 800 nuevos policías que se había propuesto alcanzar para el 2025. Esta situación ha suscitado preocupación entre la ciudadanía, que observa con alarma el deterioro de la seguridad en la región.
Crecimiento Insuficiente de Policías
De acuerdo con el último informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que data del 31 de julio de este año, Nuevo León cuenta actualmente con un total de 5 mil 803 policías.
Esta cifra es solo ligeramente superior a los 5 mil 700 policías con los que comenzó la actual gestión de García, según el reporte anterior publicado el 30 de septiembre de 2021. El crecimiento de apenas 103 elementos desde el inicio del mandato implica un aumento de apenas un 2%, lo que resulta insuficiente en el contexto de una crisis de seguridad.
Cuando asumió el cargo el 25 de octubre de 2021, el Gobernador García se comprometió a aumentar el número de elementos de Fuerza Civil a 7 mil 500 en un plazo de cuatro años. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha límite, el Gobierno se encuentra todavía a mil 697 elementos de alcanzar esa meta, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad de este objetivo.
Metas No Cumplidas desde el 2016
Desde 2016, durante la gestión del ex Gobernador independiente Jaime Rodríguez “El Bronco”, el Estado planteó una meta ambiciosa de alcanzar 10 mil policías en total para el final del sexenio. No obstante, este objetivo ha permanecido fuera del alcance, a pesar de los esfuerzos constantes de reclutamiento que se han implementado a nivel nacional. La situación actual muestra que, lejos de avanzar, el Estado no solo ha fallado en aumentar significativamente su fuerza policial, sino que ha retrocedido en términos de percepción de seguridad.
En lo que va del año, Nuevo León ha sido el epicentro de la violencia, acercándose a las cifras de homicidios que se registraron en 2012, durante los momentos más álgidos de la narcoguerra. En efecto, en 32 ocasiones a lo largo del año, el Estado ha encabezado la lista de asesinatos a nivel nacional, lo que representa alrededor del 10% de los días transcurridos en el año. Este panorama es desalentador y refuerza la urgencia de mejorar la fuerza policial.
La Urgencia de Estrategias Efectivas
Ante este panorama preocupante, queda claro que el Gobierno del Estado necesita replantear su estrategia de reclutamiento y, más allá de eso, abordar de manera integral los factores que contribuyen a la inseguridad en la región. La mejora de la seguridad pública no puede depender únicamente del número de elementos en la Fuerza Civil, sino que requiere un enfoque multifacético que involucre políticas públicas efectivas, la participación ciudadana y un compromiso real por parte de todos los niveles de gobierno.
En este contexto, es fundamental que la administración de Samuel García tome medidas urgentes para cumplir con sus promesas de campaña. La seguridad de los ciudadanos no puede ser una cuestión de cifras, sino una prioridad que demande atención inmediata y resultados palpables. Con solo un año restante para alcanzar las metas prometidas, el tiempo se agota y la presión social aumenta.
Además, se debe considerar que el éxito en el reclutamiento de policías también implica garantizar condiciones laborales adecuadas y un entorno que fomente la profesionalización y el respeto a los derechos humanos. Sin estos elementos, cualquier intento de incrementar la fuerza policial estará destinado al fracaso.
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