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Inversión Millonaria en Seguridad no Refleja Resultados en Nuevo León7 min read

¿Qué ocurre con la inseguridad en el estado?
Nuevo León

A pesar de una inversión histórica de más de 20 mil millones de pesos en seguridad, Nuevo León sigue enfrentando un aumento alarmante de la violencia. La cifra de homicidios y feminicidios en el estado ha subido significativamente, colocando a Nuevo León como líder en crímenes violentos en el país. Las promesas de un “blindaje” en la seguridad, que incluyen el relanzamiento de Fuerza Civil y la adquisición de equipos de seguridad como helicópteros y vehículos blindados, no han dado los resultados esperados, generando serias dudas sobre la eficacia de las estrategias implementadas.

Nuevo León ha sido uno de los estados con mayores inversiones en seguridad en los últimos años, pero las cifras oficiales muestran que la violencia no ha disminuido, sino que sigue en aumento. A lo largo de 2024, los homicidios no solo se han incrementado, sino que también ha liderado el ranking de asesinatos diarios en México, con un total de 1,534 homicidios solo en noviembre de este año. Este panorama es aún más preocupante cuando se compara con el número de asesinatos registrados en años anteriores, ya que se acerca peligrosamente a los niveles de violencia observados en 2012.

La percepción de inseguridad entre los ciudadanos sigue siendo alta, a pesar de los esfuerzos y las inversiones millonarias que el gobierno estatal ha destinado al combate de la violencia. La pregunta es clara: ¿por qué, a pesar de estos esfuerzos, la violencia sigue siendo una de las principales preocupaciones de los ciudadanos de Nuevo León?

El fracaso del blindaje en seguridad

Nuevo León ha destinado cifras millonarias a su Plan Integral para Reconstruir la Seguridad, un esfuerzo que incluye la creación de nuevas unidades de Fuerza Civil, la compra de vehículos blindados, helicópteros y el despliegue de más soldados para combatir el crimen. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados. A pesar de estos esfuerzos, el estado sigue enfrentando una crisis de violencia sin precedentes.

El gobierno del gobernador Samuel García ha asegurado que estas inversiones son la clave para mejorar la seguridad en la región, pero las estadísticas sugieren lo contrario. En 2024, el estado ha liderado los conteos nacionales de homicidios diarios en al menos 30 ocasiones, lo que pone en evidencia la falta de control y el aumento de la violencia. A pesar de la presencia de Fuerza Civil, las calles de Monterrey y otras ciudades del estado siguen siendo escenario de crímenes violentos. La incapacidad de frenar el aumento de homicidios, incluso con la compra de equipos y la implementación de operativos, está comenzando a generar serias dudas sobre la eficacia de las estrategias de seguridad que se están utilizando.

Un análisis más detallado de los números revela que en los tres años de gobierno de Samuel García, ya se han registrado más de 4,600 homicidios, un número que continúa aumentando. Este incremento de la violencia en un contexto de altas inversiones genera una sensación de desconfianza entre los ciudadanos, que sienten que no se están utilizando los recursos de manera adecuada ni se están alcanzando los objetivos prometidos en materia de seguridad.

La crisis de violencia persiste en NL

Las cifras de homicidios y feminicidios en Nuevo León han alcanzado niveles récord, lo que convierte al estado en uno de los más peligrosos del país. A pesar de los esfuerzos por parte del gobierno estatal para frenar esta ola de violencia, la realidad es que los números siguen en ascenso. A finales de noviembre de 2024, se habían registrado 1,534 homicidios dolosos, un aumento significativo con respecto al año anterior, y que coloca a Nuevo León en la cima de la lista de estados con más muertes violentas en México.

Además de los homicidios, los feminicidios también se han incrementado, lo que subraya la falta de protección para las mujeres en el estado. Estos crímenes han sido una de las principales preocupaciones de las organizaciones sociales y de los propios ciudadanos, que exigen respuestas más eficaces por parte de las autoridades. Las políticas implementadas hasta ahora no han logrado frenar este fenómeno y la violencia sigue afectando a la población de forma generalizada, desde la zona metropolitana hasta los municipios más alejados.

La falta de resultados concretos ha provocado que la ciudadanía comience a cuestionar la estrategia de seguridad del gobierno estatal, especialmente en un contexto de creciente inseguridad. Las promesas de una ciudad “blindada” y de un control efectivo de la violencia han chocado con la dura realidad de los índices de criminalidad, lo que ha generado un descontento generalizado.

La reacción de los ciudadanos y expertos

Expertos en seguridad y ciudadanos comunes han expresado su frustración por los resultados de las inversiones en seguridad. El hecho de que a pesar de contar con recursos para mejorar la seguridad, la violencia siga escalando, ha generado una sensación de desconfianza en las autoridades locales. Diversas voces críticas señalan que la estrategia de seguridad no ha logrado adaptarse a las realidades del crimen organizado y la violencia, que continúa afectando la vida diaria de los regiomontanos.

Especialistas sugieren que el enfoque debe cambiar y que se necesita una estrategia más integral que incluya la prevención del delito, el fortalecimiento de la justicia y el combate a las causas profundas de la violencia. Además, se habla de la necesidad de reforzar las políticas públicas que involucren a la sociedad en la solución de los problemas de seguridad, ya que la colaboración entre las autoridades y los ciudadanos es esencial para lograr resultados sostenibles.

El caso de Nuevo León pone en evidencia una cuestión más amplia que afecta a varios estados del país: la eficacia de las inversiones en seguridad. Si bien las autoridades estatales aseguran que están trabajando para mejorar la situación, las cifras de homicidios y feminicidios siguen siendo alarmantes. La falta de transparencia en la asignación de recursos y la escasa rendición de cuentas han sido objeto de críticas, y la ciudadanía exige respuestas más claras sobre el uso de los fondos destinados a la seguridad.

¿Qué está pasando con la estrategia de seguridad?

La estrategia de seguridad en Nuevo León ha sido puesta en duda en múltiples ocasiones, especialmente después de que el gobierno estatal implementara medidas como el relanzamiento de Fuerza Civil y la compra de equipamiento de alta tecnología. Aunque estas medidas se presentaron como una solución para reducir la violencia, los resultados han sido poco satisfactorios. La pregunta que surge es si estas inversiones son realmente efectivas o si hay otros factores que contribuyen a la persistente ola de crímenes violentos.

Las autoridades han afirmado que el problema de la violencia es complejo y que no se puede solucionar solo con recursos materiales. Sin embargo, los ciudadanos y expertos consideran que, con los fondos disponibles, se podría haber hecho mucho más para frenar el avance de la violencia en el estado. Es necesario un enfoque más enfocado en la prevención y la justicia social, que no dependa únicamente del uso de la fuerza pública.

En conclusión, aunque el gobierno de Samuel García ha hecho esfuerzos significativos para mejorar la seguridad en Nuevo León, los resultados no son los esperados. A pesar de las millonarias inversiones y las medidas implementadas, la violencia sigue siendo uno de los problemas más graves de la entidad. Los ciudadanos siguen esperando una respuesta más efectiva y estratégica por parte del gobierno estatal, que aborde de manera integral los desafíos de seguridad que enfrenta el estado.

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