Nuevo León ha alcanzado cifras alarmantes en 2024 debido al dengue, con 16 muertes registradas y 9,671 casos confirmados en lo que va del año. Este número quintuplica los tres decesos reportados en los últimos diez años, marcando un récord histórico en la región. Según la Secretaría de Salud del estado, el aumento se debe a la aparición de una nueva variante del virus, tipo 3, que genera cuadros clínicos más graves, complicaciones severas y un mayor riesgo de fallecimiento.
La Secretaria de Salud estatal, Alma Rosa Marroquín, explicó que este tipo de dengue presenta síntomas más agresivos y que su manejo clínico es mucho más complejo. A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades, las estrategias implementadas no han sido suficientes para contener el brote ni reducir significativamente las cifras de contagios y muertes.
¿Por qué la variante tipo 3 es preocupante?
La variante tipo 3 del dengue, predominante en Nuevo León este año, es conocida por provocar síntomas más severos, incluyendo fiebre alta persistente, hemorragias y complicaciones cardiovasculares. Según Marroquín, esta cepa tiene la capacidad de afectar gravemente a pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos, como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
El impacto de esta variante también se refleja en el número de hospitalizaciones, que ha aumentado considerablemente en comparación con años anteriores. La crisis ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar los recursos de salud pública, ya que los hospitales han tenido que redoblar esfuerzos para atender a los pacientes más críticos.
Medidas preventivas y retos
Aunque las autoridades han puesto en marcha diversas acciones, como fumigación, eliminación de criaderos y campañas informativas, los resultados han sido insuficientes para frenar la propagación del virus. En noviembre se observó una ligera disminución en los casos, pero los especialistas advierten que esta baja podría ser temporal debido a factores climáticos y no al éxito de las estrategias.
Además, la cercanía de Nuevo León con estados como Tamaulipas y Coahuila, donde los casos de dengue también van en aumento, representa un riesgo significativo para el control de la enfermedad. Las autoridades han instado a la población a continuar con las medidas de prevención, como el uso de repelentes, la limpieza constante de espacios y la eliminación de recipientes con agua estancada.
¿Cómo evitar un repunte?
El desafío principal para Nuevo León radica en evitar un repunte de casos en los próximos meses. Las estrategias deben enfocarse no solo en la eliminación del mosquito transmisor, sino también en mejorar la respuesta del sistema de salud ante los casos graves. Especialistas han señalado la importancia de declarar una emergencia sanitaria para canalizar más recursos a la atención de esta crisis y garantizar una respuesta más efectiva.
El dengue, que antes se consideraba una enfermedad estacional, ha demostrado ser un problema de salud pública de gran magnitud en Nuevo León, poniendo a prueba la capacidad de las autoridades para gestionar emergencias sanitarias.
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