La reciente publicación de Mariana Rodríguez mostrando el clóset de Mariel, hija de Samuel García, no tardó en encender el debate público. En un video que se viralizó en cuestión de horas, la pareja mostró orgullosa la colección de más de 120 pares de zapatos y decenas de prendas que forman parte del guardarropa de la pequeña, quien apenas tiene dos años.
El contenido, pensado como una muestra íntima y “tierna” de su vida familiar, se convirtió rápidamente en un símbolo de ostentación y falta de sensibilidad social, según expresaron cientos de ciudadanos en redes.
La grabación fue realizada mientras la pareja preparaba el cuarto que ahora será de su segunda hija, Isabel, quien está por nacer. Samuel grabó a Mariana con Mariel en brazos, mientras bromeaba: “Oye, tienes más zapatos que mamá, y a mí no me compran ni unos tenis, ¿por qué?”. En el video, la niña responde con naturalidad: “No es mío”, causando risas entre sus padres.
Hija de Samuel García: Un lujo difícil de justificar
A pesar de las risas y el tono relajado, la realidad social de Nuevo León contrastó de inmediato con la escena. Mientras miles de familias enfrentan problemas para pagar servicios básicos y sufren las consecuencias de crisis de agua, transporte y seguridad, la exposición de lujos privados despertó indignación.
Muchos compararon el caso con el famoso clóset de Imelda Marcos, ex primera dama de Filipinas, célebre por sus miles de zapatos y símbolo de excesos en el poder. La comparación no fue casualidad: usuarios señalaron que el nivel de ostentación mostrado por la pareja regia revela una desconexión profunda con las necesidades de la gente.
“Me recordó a Imelda Marcos. Soberbia pura”, escribió una usuaria en elnorte.com. Comentarios similares se multiplicaron, criticando la frivolidad y el evidente desprecio por la situación que atraviesa la mayoría de la población.
El Gobernador @samuel_garcias y Mariana Rodríguez presumen el clóset de su hija mayor #Mariel, con más de 110 pares de zapatos y cientos de prendas de ropa.#ElNorteLocal
— elnortelocal (@elnortelocal) July 3, 2025
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Mariana responde a las críticas
Al notar la magnitud de las reacciones negativas, Mariana Rodríguez decidió publicar un video aclarando que la ropa y los zapatos de Mariel no fueron comprados, sino que son regalos de marcas que colaboran con ella debido a su papel como influencer.
“Todo ha sido gente que nos regala y que a mí me gusta conservar. No queremos que se dé a entender algo que no es”, explicó Mariana, intentando suavizar el impacto.
Sin embargo, la respuesta no convenció a muchos. Para algunos, aceptar regalos costosos y presumirlos en redes sigue siendo una forma de ostentación. Para otros, es una muestra de la distancia que existe entre el discurso político de cercanía y la realidad de lujos que viven los gobernantes.
Además, se reveló que para organizar el clóset, la familia contrató los servicios de una empresa especializada llamada “El Orden de las Cosas”, con sede en San Pedro. Este detalle reforzó la crítica hacia la pareja, ya que muchos consideraron inaceptable destinar recursos en contratar a expertos para ordenar un armario infantil, cuando tantas familias carecen de lo básico.
La Hija de Samuel García y el golpe a la imagen pública
El gobernador Samuel García y Mariana Rodríguez han construido una estrategia mediática basada en mostrarse cercanos, jóvenes y modernos. Sin embargo, episodios como este dañan seriamente esa imagen.
La publicación fue replicada incluso en un canal de YouTube llamado “SamueLovers”, lo que amplificó aún más la polémica. Para muchos, la insistencia en exponer la vida personal y los lujos, en lugar de concentrarse en resolver problemas urgentes del estado, demuestra prioridades equivocadas.
La molestia social también pone en el centro la discusión sobre la responsabilidad que tienen las figuras públicas al compartir aspectos privados. La población espera de sus gobernantes empatía y sensibilidad, valores que no se reflejan al mostrar con orgullo una colección infantil que pocas personas podrían costear en toda una vida.
Mientras tanto, la situación en Nuevo León sigue siendo complicada: inseguridad, aumento en tarifas de servicios, problemas de movilidad y falta de agua. Ante ese contexto, el video del clóset de Mariel terminó por alimentar la narrativa de un gobierno más preocupado por la apariencia que por el bienestar ciudadano.