En apenas cinco días, Nuevo León se ha visto sacudido por una ola de violencia que ha dejado un escalofriante saldo de 16 homicidios. Estos crímenes, que han sembrado el terror en el corazón de Monterrey y sus alrededores, ponen en tela de juicio la capacidad del gobernador Samuel García para asegurar el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos.
Inicio de Semana Catastrófico
El lunes dio inicio a esta semana fatal con cuatro muertes, destacando la trágica pérdida de dos mujeres en Zuazua, cuyo destino fue sellado en la colonia Valle de Santa Elena. Mientras, en San Nicolás y Pesquería, la muerte también hizo acto de presencia, mostrando que ningún rincón de nuestro estado está a salvo.
Escalada de Violencia
El martes solo vio un asesinato en Monterrey, pero fue suficiente para mantener a la población en vilo. El miércoles, la situación se intensificó con cuatro nuevas víctimas, incluyendo un padre y su hijo en Ciudad Solidaridad, evidenciando una vez más que la familia neoleonesa ya no está segura ni en su propio hogar.
Hallazgos Macabros y la Continuidad del Terror
El jueves, el descubrimiento de tres cuerpos maniatados en Sabinas Hidalgo añadió una nueva capa de horror a la situación. Ese mismo día, Juárez volvió a ser escenario de la muerte. Al llegar el viernes, tres homicidios más fueron confirmados antes de que muchos pudieran siquiera comenzar su día.
Samuel García: Indiferente ante la Tragedia
A medida que los cuerpos se acumulan y las familias lloran, la respuesta del gobierno de Samuel García ha sido, en el mejor de los casos, tibia. Las medidas de seguridad prometidas durante su campaña parecen haberse diluido, y la sensación de abandono crece entre la población. Las acciones y estrategias implementadas hasta ahora parecen ser insuficientes o inefectivas, dejando un vacío que se llena con más violencia y desesperanza.
La Seguridad, un Derecho Olvidado
Los ciudadanos de Nuevo León no solo piden, sino que exigen medidas reales y efectivas que restablezcan la paz y la seguridad. Es hora de que el gobierno de Samuel García deje de lado la indiferencia y actúe con la urgencia que la situación requiere. Las vidas de los neoleoneses deben ser la prioridad número uno, y hasta ahora, el gobernador no ha estado a la altura de las circunstancias.
Un Futuro Incierto Bajo una Administración Ineficaz
Este recuento de muertes no es solo un número; es un reflejo del estado de un gobierno que parece haber perdido el control. Samuel García debe responder por esta crisis y demostrar con acciones concretas, no solo con palabras, que la seguridad de Nuevo León es su principal preocupación. De lo contrario, su legado será recordado por una gestión marcada por la ineficacia y el desinterés ante la tragedia que consume a nuestro estado.
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