La Administración de Samuel García enfrenta serias críticas en materia de seguridad en Nuevo León. Las cifras oficiales muestran un panorama preocupante: su gestión registra un incremento del 78% en homicidios respecto a la administración de Jaime Rodríguez “El Bronco” y un 8% más que con Rodrigo Medina.
Durante el gobierno naranja, se han contabilizado 2,816 homicidios y 47 feminicidios, una cifra que coloca al actual mandatario como el responsable del periodo más violento en los últimos tres sexenios.
Comparativo Con Las Administraciones Anteriores
Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública son claros:
- En el sexenio de Rodrigo Medina, se registraron 2,602 homicidios.
- Durante la gestión de El Bronco, la cifra bajó a 1,579.
- Sin embargo, bajo el mando de Samuel García, los homicidios ya alcanzan los 2,816 casos.
Esto significa que, en apenas tres años, la actual administración superó los niveles de violencia que se consideraban los más graves de la última década. A ello se suma el incremento de 37,200 denuncias por violencia familiar, un aumento del 113% respecto a Medina y 18% más que con El Bronco.
El Discurso Triunfalista Frente A Los Datos
Mientras las cifras crecen, el gobernador continúa insistiendo en ser “el primero en todo”. No obstante, la realidad de Nuevo León lo contradice.
Las zonas rurales viven bajo la sombra del crimen: emboscadas, enfrentamientos armados y ejecuciones se han vuelto parte del panorama cotidiano. Las regiones de Galeana, Doctor Arroyo y China son ejemplos de cómo el control territorial de grupos delictivos ha superado la capacidad de reacción del Estado.
El Domingo De La Vergüenza: Seis Asesinatos En 24 Horas
En un solo día —un domingo de septiembre—, la entidad registró seis muertes violentas, lo que la devolvió al primer lugar nacional en homicidios.
Entre las víctimas se contaron una mujer y su hija embarazada atacadas en Monterrey, dos hombres asesinados en la colonia La Reforma, un ejecutado en García y otro más apuñalado por su hermano en Guadalupe.
Este tipo de jornadas violentas, según especialistas, reflejan el deterioro de la seguridad pública y la falta de estrategia efectiva del actual gobierno.
Las Cifras No Mienten: Nuevo León Vive Con Miedo
De acuerdo con informes de seguridad, septiembre fue el tercer mes con menos asesinatos del año, pero eso no significa tranquilidad.
De enero a septiembre de 2025 se registraron 603 homicidios, frente a 1,298 del mismo periodo en 2024. Aunque la reducción parece positiva, analistas advierten que responde más a una disminución de actividad del crimen organizado que a una mejora real en la seguridad.
Seguridad En Nuevo León: El Engaño De Las Estadísticas
Expertos en materia de seguridad señalan que los números pueden manipularse fácilmente: algunas denuncias se reclasifican o se omiten.
En la práctica, la ciudadanía sigue sintiendo miedo. Los robos, los feminicidios y la violencia intrafamiliar siguen ocurriendo con alta frecuencia, pero no todos los casos llegan a los registros oficiales.
Las familias de Monterrey, Guadalupe, Escobedo y Santa Catarina viven con temor constante.
“No se trata de estadísticas, se trata de vidas perdidas”, expresan colectivos de víctimas que reclaman la indiferencia del gobierno estatal.
La Crisis De Confianza En Las Autoridades
El descontento social también tiene otra raíz: la percepción de impunidad.
Organizaciones civiles advierten que más del 90% de los delitos en Nuevo León no se castigan, y la falta de una Fiscalía autónoma agrava la situación.
A más de dos años sin fiscal titular, los procesos se retrasan y los ciudadanos pierden confianza en las instituciones.
La Administración de Samuel García, que prometía un cambio generacional y eficiencia, se ha visto rebasada por la realidad: la violencia domina las calles, mientras el discurso gubernamental se concentra en la imagen y la autopromoción.
Administración de Samuel García: Un NL Rehén De La Violencia
Hoy, Nuevo León enfrenta una de sus peores crisis de seguridad en la historia reciente. Los números no son solo cifras: representan familias destruidas, comunidades sitiadas y una ciudadanía que vive con miedo.
La Administración de Samuel García se ha convertido en la más violenta de los últimos tres gobiernos. Mientras tanto, la población exige resultados reales, no campañas publicitarias.
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