El ciclón Alberto ha llegado a Nuevo León, proporcionando a Samuel García y Mariana Rodríguez una nueva oportunidad para desplegar su conocido espectáculo mediático. Este evento climático coincide con momentos críticos para el gobernador, quien enfrenta un juicio político por no presentar a tiempo el presupuesto de egresos de 2023. Además, Mariana ha sido criticada por usar a niños del DIF para su autopromoción, lo cual ha generado controversia.
Intento de desviar la atención
Frente al ciclón, la pareja ha anunciado que “rescatarán” a los ciudadanos afectados, un movimiento que muchos ven como un intento desesperado por mejorar su imagen pública. Este despliegue ha sido comparado con el controvertido rescate del bebé Emilio, ampliamente criticado por su naturaleza sensacionalista.
Los críticos señalan que esta estrategia no solo busca desviar la atención del juicio político de Samuel, sino también de las prácticas cuestionables de Mariana en el DIF. El uso de niños para promoción personal ha sido calificado como ilegal y poco ético, aumentando las críticas hacia la pareja.
Críticas a la estrategia de rescate
La aparición de Samuel y Mariana en roles de rescatistas ha sido vista como un espectáculo mediático destinado más a las cámaras que a ofrecer soluciones reales. En un contexto donde la violencia y la inseguridad están en aumento en Nuevo León, muchos ciudadanos sienten que estas acciones son insuficientes y solo buscan capitalizar políticamente sobre situaciones adversas. Las redes sociales han sido un campo fértil para las críticas, con usuarios cuestionando la autenticidad de sus esfuerzos.
En medio de la tormenta mediática y climática, se cuestiona si estos actos podrán realmente mejorar la percepción pública de la pareja o si simplemente exacerbárán las críticas sobre su manejo de la crisis y su uso de la tragedia con fines políticos.
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