En el estado de Nuevo León, la capacidad de medidor ambiental de partículas contaminantes finas, conocidas como PM2.5, presenta serias deficiencias, limitando el conocimiento de la calidad del aire en la región metropolitana.
De las 15 estaciones de monitoreo del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA), ocho carecen de registros continuos o precisos sobre estos contaminantes, los cuales son responsables de graves efectos en la salud, según reportes científicos. Esta situación impide que la ciudadanía tenga acceso a datos completos y actualizados sobre el aire que respira, lo que limita la toma de decisiones y dificulta la implementación de políticas de salud pública.
La organización Comité Ecológico Integral ha monitoreado de cerca la actividad de las estaciones del SIMA y reporta que las ubicadas en los municipios de Monterrey y Pesquería, en San Bernabé y Pesquería, respectivamente, nunca han presentado datos sobre partículas PM2.5. Además, otras seis estaciones presentan informes irregulares, lo cual afecta la confiabilidad de los datos sobre calidad del aire. Ambientalistas y organizaciones ciudadanas consideran que esta falta de información impacta negativamente tanto en la vida diaria de los ciudadanos como en el desarrollo de investigaciones científicas.
Falta de un Medidor Ambiental Completo en PM2.5
Las partículas PM2.5 son especialmente peligrosas debido a su pequeño tamaño, que les permite ingresar al sistema respiratorio y dañar órganos vitales. Estas partículas han sido vinculadas con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer, según diversas investigaciones. A pesar de su impacto, el sistema de monitoreo en Nuevo León no ofrece datos continuos sobre estos contaminantes. Las estaciones de San Bernabé y Pesquería, en particular, han sido señaladas por no reportar nunca estos datos, lo cual representa un vacío importante en el monitoreo de la calidad del aire.
De acuerdo con Ana Teresa Flores, miembro del Comité Ecológico Integral, el monitoreo incompleto afecta directamente la capacidad de la población para informarse adecuadamente. “Hay dos estaciones que nunca registran PM2.5: San Bernabé y Pesquería. Otras seis estaciones sí tienen equipo, pero fallan en proporcionar datos continuos”, detalló Flores. Esta situación no solo impide que los ciudadanos conozcan las condiciones reales del aire, sino que también limita el alcance de los estudios científicos, ya que los investigadores dependen de estos datos para estudiar los efectos de la contaminación.
Entre las estaciones que presentan reportes irregulares están:
- Estación San Bernabé: Sin registros de PM2.5.
- Estación Pesquería: Sin datos de partículas finas.
- Otras seis estaciones: Con datos intermitentes en el monitoreo de PM2.5.
Impacto en la Información Ciudadana y Científica
La falta de datos completos limita la capacidad de la ciudadanía para tomar decisiones informadas sobre su salud y la de sus familias. Los reportes irregulares no permiten que los ciudadanos conozcan en tiempo real la calidad del aire que respiran, lo que reduce sus opciones para protegerse en días de alta contaminación. Además, esta deficiencia impacta en los estudios de salud pública y medio ambiente, al carecer de una base de datos continua y confiable para investigar la incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares en la región.
Selene Martínez Guajardo, directora del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire, considera que la falta de un monitoreo exhaustivo limita el alcance de las investigaciones científicas y reduce las posibilidades de desarrollar políticas públicas efectivas. “La falta de monitoreo continuo implica que las personas no saben si hay contaminación grave en el ambiente. Esto afecta su poder de decisión y también el avance de estudios de salud, porque faltan datos”, afirmó Martínez Guajardo. En este contexto, la ausencia de información continua y precisa restringe la capacidad de los investigadores para analizar la relación entre la contaminación y los problemas de salud en Nuevo León.
Problemas de Inversión en Equipos de Monitoreo
Una de las causas señaladas por los expertos es la falta de inversión por parte del gobierno estatal en el equipo de monitoreo y en el mantenimiento de las estaciones que ya cuentan con la tecnología necesaria para medir PM2.5. Las estaciones que carecen de equipos para detectar estas partículas dependen de una asignación presupuestaria que permita adquirir la tecnología, mientras que aquellas que presentan reportes intermitentes requieren un plan de mantenimiento que garantice el buen funcionamiento de sus equipos.
Según Martínez Guajardo, mantener el equipo en funcionamiento constante representa un costo significativo, que debe ser cubierto por un presupuesto adecuado. “El mantenimiento de estos equipos tiene un costo, y es necesario que se asignen recursos específicos para que el monitoreo funcione de manera continua”, comentó. Sin un compromiso financiero por parte de la administración estatal, es improbable que las estaciones puedan ofrecer datos fiables y continuos sobre la calidad del aire en la zona metropolitana de Monterrey.
Compromiso del Gobierno Estatal
Consultado sobre el tema, el secretario estatal de Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz, afirmó que la dependencia tiene en sus planes mejorar las estaciones de monitoreo y asegurar que todas funcionen correctamente. Sin embargo, no ofreció una fecha específica para cuando las estaciones podrían estar completamente operativas en el monitoreo de PM2.5. “Siempre tenemos la intención de invertir en las estaciones de monitoreo. Queremos que las 15 estaciones estén activas, con PM2.5 y todo”, mencionó Martínez Muñoz, destacando que el equipo técnico trabaja en este objetivo.
La falta de datos continuos sobre PM2.5 sigue siendo una preocupación para la ciudadanía y los grupos ambientalistas, quienes consideran que sin una inversión adecuada y un plan de monitoreo completo, las políticas ambientales de Nuevo León seguirán siendo insuficientes para proteger la salud de sus habitantes. La expectativa de mejorar el sistema de monitoreo es alta, pero sin una fecha concreta, la incertidumbre persiste.
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