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Cancelan la Línea 5 del Metro en Monterrey4 min read

¿Qué ocurrirá con el proyecto en Garza Sada?
Monterrey

La Línea 5 del Metro en Monterrey, planeada para conectar el sur de la ciudad con su centro, ha sido cancelada oficialmente tras años de controversias, protestas vecinales y dificultades financieras. En su lugar, el gobierno estatal propone un sistema de transmetro con camiones eléctricos como solución temporal, una medida que ya ha generado opiniones divididas entre expertos y ciudadanos.

Samuel García en las obras de una de las líneas en Monterrey.
Samuel García en las obras de una de las líneas en Monterrey.

Un proyecto polémico desde su concepción

El proyecto de la Línea 5 nació en 2021 con la promesa de ser una alternativa moderna y eficiente para la movilidad en Monterrey. Sin embargo, desde sus primeros anuncios, enfrentó oposición, particularmente de vecinos de la avenida Eugenio Garza Sada, quienes cuestionaron el diseño elevado y a nivel de calle, argumentando que afectaría gravemente el tráfico y el entorno urbano.

Las demandas para que la línea fuera subterránea no se hicieron esperar. Los habitantes de la zona enviaron peticiones al gobierno estatal, preocupados por el impacto vial y el ruido que generaría una línea elevada. Aunque reconocieron la necesidad de mejorar el transporte, insistieron en que una obra subterránea sería menos invasiva. No obstante, el gobierno descartó esta opción por considerarla financieramente inviable.

Cambios, protestas y descontento ciudadano

En 2023, el proyecto fue modificado para incluir tramos a nivel de calle y otros elevados, pero esto solo intensificó el rechazo. Los residentes organizaron manifestaciones, advirtieron sobre los posibles problemas de movilidad y acusaron al gobierno de imponer decisiones sin consultar a las comunidades afectadas.

Pese a las críticas, el gobierno estatal continuó promoviendo el proyecto, argumentando que su diseño se ajustaba al presupuesto disponible. Sin embargo, el descontento no cedió. “Nos están ignorando. Esta línea no solo afectará nuestras vidas, sino que también complicará el tránsito en una de las avenidas más transitadas de la ciudad”, expresó un vecino durante una manifestación.

El anuncio de la cancelación llegó en octubre de 2024, cuando el gobierno confirmó que los 30 mil millones de pesos destinados a la Línea 5 serían redirigidos a las Líneas 4 y 6, ambas detenidas por falta de recursos.

Una solución temporal bajo escrutinio

El transmetro, propuesto como reemplazo de la Línea 5, se plantea como una red de camiones eléctricos que cubrirá la misma ruta planeada originalmente. Según el gobierno, esta medida es una solución inmediata y más económica para atender las necesidades de transporte de la zona.

A pesar de ello, el anuncio ha recibido críticas de expertos en movilidad, quienes consideran que el transmetro es insuficiente para resolver los problemas de conectividad en Monterrey. “Es un paliativo, no una solución real. Monterrey necesita infraestructura de transporte masivo que pueda soportar el crecimiento de la ciudad”, señaló un especialista en urbanismo.

Los vecinos de la avenida Garza Sada, aunque satisfechos por la cancelación del proyecto elevado, también expresaron dudas sobre la efectividad del transmetro. “Es mejor que nada, pero sigue sin resolver la necesidad de un transporte público robusto”, afirmó una residente de la zona.

Críticas a la planeación gubernamental

La cancelación de la Línea 5, junto con el estancamiento de las Líneas 4 y 6, ha puesto en evidencia los problemas estructurales en la planeación y ejecución de proyectos de infraestructura en Nuevo León. Organizaciones civiles han exigido mayor transparencia y una mejor gestión de los recursos públicos.

“La falta de continuidad y la improvisación en estos proyectos reflejan una desconexión entre las autoridades y las necesidades reales de la población”, mencionó un representante de un colectivo ciudadano.

Aunque el gobierno ha prometido seguir trabajando en soluciones de movilidad para Monterrey, la incertidumbre persiste. Mientras tanto, el transmetro se posiciona como un recurso provisional, pero insuficiente, para atender las demandas de transporte de una ciudad en constante crecimiento.

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