El gobierno de Nuevo León ha sido duramente cuestionado por el manejo de los recursos recaudados a través del Impuesto Sobre Hospedaje (ISH). Aunque este gravamen fue creado con el objetivo de financiar el Fideicomiso Turismo Nuevo León, la realidad muestra que solo un 31% de lo recaudado llega a su destino original. La falta de transparencia en el uso del resto de los fondos ha generado críticas entre empresarios hoteleros y ciudadanos.
Recursos desviados afectan al sector turístico
El ISH, implementado en 1997, nació con el propósito de destinar el 100% de sus ingresos al Fideicomiso Turismo Nuevo León, administrado por la Oficina de Convenciones y Visitantes de Monterrey y la Asociación Mexicana de Hoteles de Nuevo León. Estos recursos permitirían atraer eventos de gran envergadura y generar una importante derrama económica para el estado. Sin embargo, este objetivo inicial se ha distorsionado con el tiempo.
Según datos oficiales, en 2023, el gobierno recaudó casi 200 millones de pesos a través del ISH, pero el fideicomiso solo recibió 61.5 millones, muy por debajo de los 80 millones presupuestados para ese año. Esto dejó un faltante de 138 millones de pesos, cuyo destino no ha sido esclarecido. A pesar de las promesas del gobernador y las declaraciones del tesorero estatal, Carlos Garza, de que se respetarían las partidas presupuestales, la realidad demuestra que estos compromisos no se han cumplido.
Jesús Nader, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles de Nuevo León, expresó su preocupación por esta situación. “El fideicomiso necesita más recursos para cumplir su propósito original: atraer eventos que beneficien a la economía estatal. El desvío de estos fondos no solo afecta al sector turístico, sino a toda la ciudadanía”, señaló.
Comparaciones con el manejo del impuesto verde
El manejo del ISH no es un caso aislado en Nuevo León. Situaciones similares se han registrado con los llamados “impuestos verdes”, destinados originalmente a la protección ambiental. Según informes, apenas el 5% de lo recaudado por este concepto se utiliza en proyectos relacionados con el cuidado del medio ambiente. Esto contradice las promesas hechas por la actual administración de etiquetar estos recursos para combatir la contaminación y mitigar los efectos del cambio climático.
La opacidad en el uso de los recursos recaudados ha generado malestar entre diversos sectores de la sociedad. Mientras el gobierno argumenta que enfrenta necesidades económicas urgentes, organizaciones como la Asociación Mexicana de Hoteles insisten en que la inversión en turismo y medio ambiente es una estrategia de “ganar-ganar” que beneficiaría a largo plazo a todos los habitantes del estado.
Para 2025, se estima que el ISH generará ingresos por 266.6 millones de pesos, pero solo 80 millones están proyectados para ser entregados al fideicomiso, lo que equivale al 30% del total. Este patrón pone en duda el compromiso del gobierno con la transparencia y la gestión responsable de los recursos públicos.
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