La reciente alerta emitida por el Consulado de Estados Unidos en México sobre los riesgos en la carretera Monterrey-Reynosa vuelve a poner en el centro de atención la creciente preocupación por la inseguridad en carreteras de Nuevo León. A pesar de los discursos oficiales que aseguran avances, las advertencias internacionales confirman que persisten zonas de alto riesgo donde la violencia y los secuestros no han sido contenidos.
El caso más reciente fue el secuestro de diez personas, entre ellas integrantes del grupo musical Los Juniors, ocurrido en uno de los tramos más transitados del estado. Aunque todas las víctimas fueron liberadas, el hecho obligó al gobierno estadounidense a emitir una advertencia formal a sus ciudadanos, señalando riesgos específicos en ese trayecto y recomendando evitarlo, sobre todo en horarios nocturnos.
La estrategia de seguridad del gobierno estatal, encabezado por Samuel García, vuelve a ser cuestionada. Mientras se continúa promoviendo una imagen de progreso y modernidad, la realidad en los caminos rurales y tramos carreteros sugiere lo contrario: zonas donde la presencia del crimen organizado sigue activa y los incidentes no han dejado de reportarse.
Continúa el peligro en carreteras de NL. El Consulado de EU mantiene el Nivel 2 de advertencia para viajar al Estado y alerta sobre la carretera Monterrey-Reynosa tras recientes secuestros. Recomiendan viajar de día si es necesario. ¿Falló la estrategia de seguridad de Samuel? pic.twitter.com/tk6V2N1CDN
— Código Regio (@CodigoRegio) June 25, 2025
EUA alerta por tramo Cadereyta-Los Ramones
El 20 de junio, la Misión de los Estados Unidos en México lanzó una alerta de viaje puntual respecto a la carretera libre Monterrey-Reynosa, basándose en reportes creíbles de desapariciones ocurridas recientemente. El aviso coincidió con una advertencia previa de la Secretaría de Seguridad Pública de Reynosa, que también pidió a los conductores evitar circular de noche, particularmente en el tramo entre Cadereyta y Los Ramones.
De acuerdo con el comunicado del Consulado, se recomendó que los viajes se realicen solo durante el día, y que, en caso de ser inevitable transitar por esta vía, se prefiera el uso de autopistas de cuota, las cuales suelen tener vigilancia y menor riesgo de ataques o bloqueos. Esta medida busca reducir la exposición a posibles actos delictivos, como asaltos o secuestros.
Cabe destacar que el Departamento de Estado de Estados Unidos mantiene su sistema de advertencias dividido en cuatro niveles. Nuevo León actualmente se encuentra en el Nivel 2, que sugiere a los ciudadanos “ejercer mayor precaución”, sin imponer restricciones específicas para los empleados del gobierno estadounidense que residen o se trasladan dentro del estado. No obstante, el caso de Tamaulipas, estado vecino, permanece en Nivel 4, que implica la instrucción directa de no viajar bajo ninguna circunstancia debido a los altos niveles de criminalidad y riesgo de secuestro.
🚨 La Embajada de Estados Unidos (@USAmbMex) en #México emitió este viernes una alerta de seguridad dirigida a sus ciudadanos, tras tener conocimiento de desapariciones recientes en la carretera que conecta Monterrey (Nuevo León) con Reynosa (Tamaulipas). pic.twitter.com/w7oN9ll9XB
— Michelle Rivera (@michelleriveraa) June 21, 2025
Fallan estrategias en carreteras de Nuevo León
El hecho de que el gobierno de otro país advierta sobre peligros en una entidad mexicana refleja la poca efectividad de las estrategias implementadas por las autoridades estatales, especialmente cuando se trata de combatir la violencia fuera del área metropolitana, en las carreteras de Nuevo León. Aunque el discurso oficial insiste en que Nuevo León ha mejorado su clima de seguridad, la alerta del Consulado estadounidense revela una desconexión entre la narrativa institucional y la experiencia real de quienes transitan por el estado.
El secuestro del grupo musical fue solo uno de los múltiples episodios que han ocurrido en este corredor carretero. Durante los últimos años, diversas organizaciones han señalado que las zonas rurales y tramos interestatales son puntos vulnerables donde operan células delictivas que aprovechan la baja presencia policial.
Las autoridades federales, por su parte, han reforzado la presencia de la Guardia Nacional en ciertas regiones, pero los resultados aún están lejos de ser satisfactorios. La falta de una coordinación efectiva entre fuerzas estatales y federales, así como la carencia de un plan integral de vigilancia, han sido señaladas como causas de la persistencia del problema.
Mientras tanto, la ciudadanía sigue padeciendo las consecuencias: retrasos, miedo, inseguridad y, en casos extremos, la pérdida temporal de libertad o daños físicos. Esta situación genera un ambiente de desconfianza y angustia que afecta la movilidad y la economía local.
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