Desde el paso de la tormenta tropical “Alberto” en junio, un constante derrame de agua limpia en el Río Santa Catarina ha puesto en evidencia las limitaciones de la infraestructura hídrica en Nuevo León.
“Cascada” surge desde la Huasteca
El desborde proviene de un acuífero subterráneo en la Huasteca que excede la capacidad del acueducto operado por Agua y Drenaje de Monterrey (AyD). Este derrame, que alcanza hasta 500 litros por segundo, ha dejado de inyectar alrededor de 216 millones de litros al sistema, según cifras de la paraestatal.
Agua limpia supuestamente llega a Presa El Cuchillo
Juan Ignacio Barragán, director de AyD, asegura que el agua no se pierde completamente, ya que termina en la Presa El Cuchillo. Sin embargo, la falta de un uso y acciones directas en el acueducto genera cuestionamientos sobre la gestión eficiente del recurso en un estado donde el agua es limitada.
Impacto en la comunidad
El derrame ha transformado la zona de Monte Everest y La Rivera en un punto de curiosidad, aunque la afluencia de visitantes ha disminuido. Vecinos y trabajadores confirman que el flujo es constante, aunque varía en intensidad. Además, el área ha comenzado a acumular desechos, como llantas, lo que genera preocupación ambiental.
Este derrame es un recordatorio de la importancia de modernizar la infraestructura hídrica de Nuevo León para enfrentar eventos climáticos extremos que, según expertos, serán cada vez más comunes. Mientras tanto, la comunidad espera soluciones que garanticen un mejor manejo de este valioso recurso.
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