La contaminación en Nuevo León se ha convertido en una emergencia constante. Mientras el gobernador presume políticas “verdes”, la calidad del aire se mantiene entre las peores del país y su gestión destruye día tras día el Río Santa Catarina. Colectivos ambientales acusan al Estado de falta de transparencia, desmontes ilegales y una gestión que prioriza la imagen sobre la salud y el medio ambiente.
Aire Irrespirable Y Promesas Incumplidas
A pesar de los discursos oficiales, la contaminación en Nuevo León no cede. La Secretaría de Medio Ambiente estatal ha emitido múltiples contingencias durante el año debido al incremento de partículas PM10 en el municipio, con niveles que alcanzaron 169 µg/m3, más del doble que ciudades como Nueva Delhi.
En marzo, el gobierno recomendó a la población evitar actividades al aire libre ante la mala calidad del aire. Sin embargo, las alertas se han vuelto recurrentes, con meses más altos que otros, pero aún presente. Los vientos, el polvo y los incendios han empeorado una situación que se repite año con año, sin resultados visibles. Por lo mismo la percepción de la ciudadanía sobre la contaminación en el estado es tan alta, con más del 40% según encuesta reciente de El Norte.
De acuerdo con estimaciones de especialistas, más de 2,000 muertes anuales en el estado están relacionadas con la contaminación atmosférica.
Mientras tanto, el gobernador Samuel García ha presumido planes de sostenibilidad y reducción de emisiones rumbo al Mundial de 2026. Sin embargo, los indicadores ambientales lo contradicen. Su gobierno continúa reprobado en materia ecológica, con bajos niveles de transparencia y nulas acciones de mitigación efectivas.

Contaminación En Nuevo León Y Desmonte En El Río Santa Catarina
La crisis ambiental se agravó tras las denuncias del colectivo Un Río en el Río, que acusó al gobierno estatal de realizar desmontes ilegales dentro del cauce del Río Santa Catarina. Según los activistas, los trabajos ejecutados por la Secretaría de Movilidad de Nuevo León bajo el argumento de “limpieza” han provocado una remoción masiva de vegetación, afectando áreas naturales que funcionan como barreras contra inundaciones.
“Se habla de sustentabilidad, pero se talan árboles sin autorización. Es un doble discurso”, expresó el movimiento.
La controversia ha generado protestas ciudadanas y peticiones formales para que el gobernador rinda cuentas y detenga las obras hasta que se compruebe su legalidad.
Falta De Transparencia Ambiental En Nuevo León
La exigencia de transparencia ambiental se ha vuelto un reclamo recurrente. Hasta ahora, el gobierno estatal no ha publicado los estudios técnicos ni los planos de las obras en el Río Santa Catarina. Tampoco ha convocado consultas públicas con especialistas o vecinos de las zonas afectadas.
La Secretaría de Movilidad sostiene que las labores corresponden a limpieza rutinaria, pero videos y fotografías difundidos por los colectivos demuestran el uso de maquinaria pesada y daños fuera de las zonas autorizadas.
Ambientalistas advierten que el Río Santa Catarina es un ecosistema con valor ecológico e histórico que debería preservarse. La tala y remoción de vegetación ponen en riesgo la biodiversidad y aumentan la vulnerabilidad ante lluvias extremas.
“Cada árbol derribado altera el equilibrio del ecosistema urbano y reduce la capacidad de filtración del aire”, advierten expertos consultados.
Contaminación En Nuevo León Y Crisis De Políticas Ambientales
El problema no se limita al Río Santa Catarina. Las condiciones del aire y la falta de regulación ambiental evidencian un vacío institucional en las políticas públicas del Estado. Pese a los compromisos internacionales y locales de sostenibilidad, la Secretaría de Medio Ambiente no ha logrado implementar un plan integral que reduzca las emisiones de partículas PM10 y PM2.5, principales contaminantes de la metrópoli.
Organizaciones como Cómo Vamos Nuevo León han señalado que el estado carece de monitoreo actualizado, protocolos de emergencia y presupuestos claros destinados a salud ambiental. Mientras las alertas se repiten, las autoridades mantienen un discurso centrado en la promoción de obras urbanas que, paradójicamente, incrementan la polución y el tráfico vehicular.
La contaminación en Nuevo León no solo es una crisis ambiental, sino también una crisis de gestión. Las autoridades estatales no han rendido cuentas claras sobre los avances en control de emisiones, transporte limpio o reforestación urbana, pese a los compromisos asumidos desde 2022.

Contaminación En Nuevo León Refleja Falta De Responsabilidad Gubernamental
El contraste entre el discurso verde del gobierno estatal y la realidad ambiental de Nuevo León es evidente. Mientras se presumen logros y planes sostenibles, los niveles de contaminación continúan fuera de control y la ciudadanía enfrenta alertas sanitarias constantes.
Colectivos, académicos y especialistas coinciden en que el Estado debe asumir su responsabilidad ambiental, detener proyectos que dañan los ecosistemas y garantizar aire limpio para sus habitantes. Sin transparencia ni estrategias reales, la contaminación seguirá cobrando vidas y el medio ambiente continuará siendo víctima de la negligencia del Gobierno de Nuevo León.
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