Pese a las declaraciones oficiales que la presentan como una vialidad moderna, la Carretera a Colombia, también conocida como “001 Norte”, se encuentra en condiciones críticas a lo largo de gran parte de su trayecto. Con más de 180 kilómetros en mal estado, esta ruta se ha convertido en una fuente constante de riesgo para quienes transitan por ella, particularmente entre los municipios de Salinas Victoria y Anáhuac.
Aunque el Gobierno estatal ha insistido en que se trata de una obra de infraestructura de primer nivel, lo cierto es que diversos tramos presentan pavimento dañado, baches profundos, señalización ausente o deteriorada, y zonas donde la circulación se reduce a un solo carril debido a trabajos inconclusos o condiciones peligrosas.
Para los conductores, transportistas y habitantes de la zona norte del estado, la realidad contradice el discurso institucional. Mientras el Ejecutivo promueve una narrativa de modernización, la Carretera a Colombia evidencia rezago, omisión y promesas sin cumplir.
Uno de los puntos más preocupantes es que el deterioro no está limitado a un solo tramo, sino que se extiende a lo largo de más de 180 kilómetros, con afectaciones visibles en diversos segmentos. Desde baches que obligan a frenar de golpe, hasta grietas que recorren por completo los carriles, los problemas estructurales de la vía ponen en riesgo la integridad de miles de personas cada día.
La situación es especialmente grave en las zonas donde no hay acotamientos ni iluminación adecuada, lo que vuelve peligrosa la conducción, especialmente durante la noche o en condiciones climáticas adversas. En algunos puntos, los conductores deben desviarse hacia brechas de terracería improvisadas para evitar daños a sus vehículos.
La falta de mantenimiento y rehabilitación constante ha dejado huella en comunidades cercanas que dependen de esta vía para actividades económicas, escolares o médicas. Pese a las quejas reiteradas de ciudadanos y alcaldes locales, no se han destinado recursos suficientes para atender los tramos más conflictivos.
En contraste, el gobierno ha enfocado su comunicación pública en destacar la conexión con la nueva Carretera La Gloria-Colombia, sin reconocer que la ruta original sigue siendo la más utilizada por miles de personas que viven o trabajan en esta región del norte del estado.
Aunque el gobierno estatal la presume como “de primer nivel”, la Carretera a Colombia presenta tramos con daños y condiciones riesgosas en más de 180 km. El resto, entre baches y señalización deficiente. ¿Es esta la movilidad que merecemos? 🛣️
— Código Regio (@CodigoRegio) June 16, 2025
Conoce más. pic.twitter.com/OIX4UlHpz0
Realidad contrasta con el discurso oficial
El contraste entre el discurso gubernamental y la experiencia diaria de quienes recorren esta vía es evidente. El gobernador Samuel García ha promovido en redes sociales y actos públicos la idea de una “movilidad del futuro”, asegurando que la 001 Norte es una de las seis carreteras de primer nivel construidas en su administración.
Sin embargo, habitantes de zonas como Villaldama, Bustamante y Lampazos cuestionan esta narrativa, ya que aseguran que la atención a la Carretera a Colombia ha sido mínima o inexistente. Mientras algunos tramos —en particular, entre el kilómetro 21 y el 44— sí fueron intervenidos, la gran mayoría del trayecto continúa en condiciones precarias.
Además, la confusión generada por el cambio de nombre (de Carretera a Colombia a 001 Norte) ha sido interpretada como un intento de distanciar el proyecto actual del abandono histórico de la vía. Sin embargo, para la población local y los conductores frecuentes, el nombre es lo de menos: lo que importa es que la ruta no cumple con los estándares mínimos de seguridad y calidad.
A la altura del kilómetro 85, por ejemplo, frente al Campo Policial 4 de Fuerza Civil, se realizan adecuaciones viales que obligan a los vehículos a circular por tramos de terracería. Más adelante, en el municipio de Anáhuac, los baches son tan numerosos que muchos transportistas han optado por reducir su velocidad al mínimo o cambiar de ruta, lo que incrementa sus tiempos de traslado y sus costos operativos.
Promesas sin cumplir en Carretera a Colombia
La falta de acción ha generado un creciente malestar entre los habitantes del norte del estado, quienes aseguran que el gobierno estatal solo atiende aquellas obras que son visibles o tienen potencial mediático. Para ellos, la Carretera a Colombia ha sido ignorada sistemáticamente, pese a su importancia como eje de conexión regional.
“Es una carretera que se usa todos los días, que conecta a municipios con mucho movimiento comercial y que ha sido olvidada por años“, comentó un exalcalde de la zona. “Ahora le llaman la 001 Norte, pero es la misma carretera de siempre, la que lleva años llena de baches, sin atención y sin respuestas claras”.
En redes sociales, usuarios han compartido imágenes y videos que muestran el estado real de la carretera, desmintiendo así las declaraciones oficiales sobre su supuesta renovación. La falta de señalética, la erosión del asfalto y los trabajos inconclusos en varios puntos son evidencia de que la vía sigue abandonada.
Mientras tanto, el gobierno continúa promoviendo obras nuevas sin resolver los problemas existentes. Para muchos ciudadanos, esto representa una estrategia de marketing político, más que un compromiso genuino con la movilidad y la seguridad de quienes viven fuera del área metropolitana.
Array