Durante la madrugada del domingo 15 de junio de 2025, un intenso destello verde-azulado iluminó el cielo de diversos municipios de Nuevo León. El fenómeno, que generó sorpresa entre la población y se volvió viral en redes sociales, fue observado desde distintos puntos de la Zona Metropolitana de Monterrey, así como en áreas rurales del estado. Poco después, se supo que no se trató de un meteorito, sino de un meteoroide, cuya trayectoria fue detectada incluso por satélites especializados.
El físico Pablo Barrera, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), fue uno de los primeros en ofrecer detalles técnicos sobre el suceso. A través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), Barrera compartió la información derivada del monitoreo satelital y sugirió una posible zona de impacto, aunque dejó claro que no se ha confirmado la caída de fragmentos y que las condiciones geográficas dificultan cualquier búsqueda.
El fenómeno fue observado aproximadamente a las 2:10 a. m. (hora local), cuando múltiples personas captaron en video el paso del objeto luminoso por el cielo nocturno. También hubo reportes auditivos: algunos vecinos afirmaron haber escuchado un leve estruendo, lo que generó especulaciones sobre una posible explosión o colisión.
Más allá del asombro que generó el evento, las autoridades y científicos actuaron con rapidez para informar a la ciudadanía y descartar posibles riesgos. La comunidad científica aclaró que este tipo de fenómenos son más comunes de lo que se cree, aunque no siempre visibles con la intensidad que tuvo el meteoroide observado desde Monterrey.
El análisis en Meteoroide Nuevo León del físico Barrera
Pablo Barrera, físico mexicano y divulgador activo en redes sociales, explicó que lo visto en el cielo no fue un meteorito, como muchos asumieron inicialmente, sino un bó́lido o meteoroide, término que define a los fragmentos de material rocoso o metálico que se desprenden de cuerpos más grandes, como los asteroides.
En su mensaje, compartido horas después del avistamiento, detalló que el objeto fue registrado por los satélites GOES 18 y 19, los cuales pertenecen a una red de monitoreo meteorológico y de eventos atmosféricos. Gracias a estos registros, se logró trazar una posible trayectoria del meteoroide y ubicar una zona de posible impacto, la cual estaría localizada a unos 30 kilómetros al noroeste del entronque San Roberto y la Carretera Federal 57.
Barrera subrayó que no hay evidencia de que el objeto haya tocado tierra, por lo que hablar de un “impacto” sería prematuro. Además, indicó que la zona es de difícil acceso, lo que complica cualquier intento de recuperación de fragmentos o pruebas materiales del evento en Nuevo León.
Al responder preguntas de otros usuarios, el físico fue claro: aún no se ha determinado si el meteoroide llegó a impactar el suelo o si simplemente se desintegró al ingresar a la atmósfera terrestre, como ocurre en la mayoría de los casos.
Confirmación y descargos oficiales
Aunque el evento generó preocupación en redes sociales, las autoridades estatales actuaron rápidamente para calmar la situación. Protección Civil de Nuevo León informó que, hasta el momento, no se reportaron daños ni emergencias derivadas del fenómeno, y aseguró que la población puede estar tranquila.
Por su parte, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizaron un análisis preliminar y coincidieron en la clasificación del objeto como un meteoroide de origen natural, probablemente desprendido de un asteroide. Es decir, no se trató de basura espacial, como algunos comentarios sugerían, ni de un objeto de fabricación humana.
Los especialistas explicaron que los meteoroides pueden generar un gran resplandor e incluso sonido, dependiendo de su velocidad y tamaño al momento de ingresar en la atmósfera terrestre. La intensa luminosidad verde-azulada que sorprendió a miles de personas en Nuevo León se debe a la combinación de la fricción con los gases atmosféricos y la composición química del objeto, que probablemente contenía níquel o magnesio, elementos que tienden a generar este tipo de colores brillantes.
Finalmente, aunque no hubo consecuencias materiales, el fenómeno se convirtió en una experiencia memorable para quienes tuvieron la suerte de observarlo. Muchos ciudadanos compartieron videos, fotos y reacciones en redes sociales, y algunos incluso crearon memes para retratar el susto y la sorpresa colectiva.
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