La visita de Claudia Sheinbaum a Nuevo León, como parte de su recorrido nacional por su Primer Informe de Gobierno, se vio marcada por un momento incómodo para el gobernador Samuel García, quien fue recibido entre abucheos y gritos de protesta por parte de los asistentes. El evento, celebrado este 9 de septiembre en Monterrey, sirvió de plataforma no solo para destacar los logros de la administración federal, sino también para evidenciar el creciente descontento hacia el mandatario estatal.
Aunque Samuel intentó aprovechar la presencia de la presidenta para presumir supuestos avances en obras públicas, seguridad y desarrollo social, lo cierto es que el rechazo fue notorio. Incluso fue necesaria la intervención de Sheinbaum para calmar los ánimos, pidiendo respeto para todos los presentes.
En medio de gritos como “¡Fuera!” y “¡Miente!”, el gobernador pareció ignorar las críticas y prosiguió con un discurso en el que exaltó su supuesta coordinación con el Gobierno Federal, aunque el tono de los asistentes reflejaba una desconexión total con lo que el emecista decía desde el micrófono.
💥Abuchean a Samuel García en evento de Sheinbaum
— Político MX (@politicomx) September 7, 2025
Durante su gira por Nuevo León, la presidenta @Claudiashein salió en defensa del gobernador @samuel_garcias, quien fue abucheado por los asistentes: “Cuando uno está en el gobierno debe saber que, aunque hayamos venido de… pic.twitter.com/abImk4SaKZ
Gritos Y Reclamos Opacan A Samuel
El momento más tenso del evento ocurrió cuando Samuel tomó la palabra para dirigirse a la audiencia. En cuanto comenzó a hablar, los abucheos no se hicieron esperar. Gritos como “¡Fuera!” y “¡Miente!” surgieron desde distintos puntos del lugar, generando un ambiente incómodo para el gobernador.
Pese a ello, Samuel continuó su discurso con una lista de elogios hacia la administración federal. Entre ellos, destacó la supuesta reducción de la pobreza en Nuevo León, presumiendo que esta se ubica por debajo del 0.5%, lo que, según él, representa “la mínima pobreza en la historia del estado”. Sin embargo, los reclamos en voz alta indicaban que muchos no creen en esas cifras.
Otros asistentes aprovecharon para exigir atención a demandas concretas, como los gritos de “¡Maestros jubilados, seremos escuchados!”, que interrumpieron en varios momentos al gobernador.
La escena obligó a Claudia Sheinbaum a tomar una postura conciliadora. “Nada, nada, nada, aquí se respeta a todos”, dijo la mandataria con firmeza, buscando detener los abucheos. No obstante, el gesto de Samuel denotaba incomodidad, a pesar del respaldo público que la presidenta intentó proyectar.
Samuel Se Cuela En Agenda Federal
En su intervención, Samuel intentó colgarse de los proyectos federales como si fueran logros propios. Mencionó obras como el tren suburbano, el Metro y la carretera interserrana, asegurando que se trata de un esfuerzo conjunto sin precedentes entre el gobierno estatal y el federal.
“Vamos a hacer obra pública nunca antes vista”, aseguró con entusiasmo, mientras intentaba ignorar la desaprobación que se manifestaba desde la audiencia. El discurso fue un intento claro de apropiarse del impulso federal, aunque sin mencionar que muchas de estas obras ya estaban planeadas antes de su administración.
En el tema de seguridad, Samuel también se colgó medallas, al declarar que en Nuevo León hay “menos feminicidios, menos delitos y mucho más paz”. Esta afirmación fue recibida con fuerte rechazo, acompañado de gritos como “¡Miente!”. La respuesta del público reflejó que, lejos de creerle, muchas personas perciben una realidad distinta.
Como cierre de su intervención, Samuel afirmó que “las cifras del mes de julio han colocado a Nuevo León como el primer lugar en ingreso, en educación, en salud y sin duda es por el gran trabajo que el Gobierno Federal tiene con el Estado”. La frase dejó entrever que incluso el propio gobernador prefiere reconocer los logros federales antes que asumir protagonismo estatal.
La Presidenta Interviene Y Pide Calma
Al tomar el micrófono tras la intervención del gobernador, Claudia Sheinbaum fue recibida con gritos de “¡Presidenta!”, marcando un cambio evidente en el ánimo del público. En su mensaje, agradeció el recibimiento de Samuel, lo que desató una nueva ronda de abucheos.
La mandataria pidió respeto y enfatizó que, aunque ambos provienen de partidos distintos, trabajan por el pueblo. “Tiene que haber coordinación”, dijo, en un intento por restar importancia a las diferencias políticas. Reafirmó que su gira tiene como objetivo recorrer todos los estados para rendir cuentas directamente a la ciudadanía.
Durante su discurso, Sheinbaum destacó tres ejes principales del crecimiento nacional: el aumento al salario mínimo, la recuperación de infraestructura pública y la implementación de programas de bienestar. En este último punto, mencionó que en Nuevo León hay más de 1.4 millones de beneficiarios activos.
También aprovechó para anunciar el banderazo de salida a la construcción del tren Saltillo-Nuevo Laredo, un proyecto con implicaciones logísticas y económicas importantes para la región noreste del país.
Finalmente, recordó que en estados como Nuevo León se están aplicando descuentos en deudas del Infonavit, beneficiando a alrededor de 750 mil personas, como parte de la estrategia para garantizar el derecho a la vivienda.
Una Imagen Dañada Que Ni Sheinbaum Puede Salvar
Pese al intento por mostrar unidad y coordinación entre niveles de gobierno, el evento dejó claro que la figura de Samuel se encuentra profundamente desgastada. La incomodidad fue evidente en cada gesto, en cada palabra que no convenció y en cada grito que lo interrumpió.
Lo más simbólico de la jornada fue que Claudia Sheinbaum, una figura de poder nacional, tuvo que salir en su defensa, como si se tratara de calmar una rebelión interna. El respaldo que intentó mostrarle no alcanzó para tapar la evidente brecha entre el gobernador y la ciudadanía.
Los abucheos no fueron aislados, sino constantes y generalizados. Y aunque Sheinbaum insistió en el respeto, lo que se vivió en el evento fue la expresión clara del hartazgo hacia un gobernador que, pese a su intento por alinearse con el poder federal, ya no goza de la confianza popular.
En su propia casa, ante su propio público, Samuel fue reprobado. Y eso, ni el aplauso presidencial lo puede ocultar.
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